Simbad existió.Yo, marino de profesión, puedo asegurarlo.Escribo como Simbad porque me siento en él reencarnado.Yo, que he sido varias veces devorado por el mar y por los monstruos que en él moran, os confío mis memorias. Las de los siete viajes. Los suyos. Míos.Grabad el sonido del mar en cualquier orilla. Buscad vuestro mejor rincón y leed cuanto sigue. Ilustrado por Daniel Alarcón.